En la noche del 25 al 26 de febrero de 1992, alrededor de las 22.00 horas, los armenios atacaron Joyalí. En ese momento estábamos de servicio. A primera hora de la mañana, sobre las 4:00-5:00 de la mañana, los armenios nos dispararon desde el tanque. Como estaba gravemente herido, perdí el conocimiento. Cuando recobré el sentido vi que el fuego había cesado. Los armenios me capturaron junto con los demás habitantes de Joyalí y nos llevaron al aislador de castigo de Jankendi, donde nos sometieron a duras torturas. Aunque mi pierna izquierda estaba gravemente herida, me partieron la derecha golpeándola con un hierro de un metro de largo. Con unas tenazas arrancaron dientes de oro a un hombre que se llamaba Alasgar. No pudo soportar las torturas y murió esa noche.
Muchas personas morían allí al no poder soportar las torturas. Con la toma de la ciudad, los armenios saquearon nuestra casa, nuestras joyas, nuestro dinero y todos nuestros bienes.