Una de las naciones más antiguas del mundo, la nación de Azerbaiyán, tiene derecho a sentirse orgullosa de su historia, sus monumentos materiales y culturales, su literatura, sus artes y su patrimonio musical.
La maravillosa naturaleza, el clima y los recursos naturales del país tuvieron un impacto significativo en el pensamiento artístico y la capacidad de creación del pueblo azerí. A pesar del largo y difícil camino recorrido por las diferentes artes en Azerbaiyán, siguen representando unidad y ofrecen excelentes oportunidades para la creación de una idea completa de las bellas artes de Azerbaiyán. El arte popular de Azerbaiyán es multicolor, completo y rico, como los recursos naturales. El arte folclórico está relacionado con la vida cotidiana de la gente y la vida cotidiana ocupa un lugar muy especial también en las bellas artes. Las arcas populares abarcan un largo periodo desde la antigüedad hasta nuestros días e incluyen una gran variedad de productos, desde prendas de vestir hasta artículos del hogar y decoración.
Es evidente que el estilo de vida, los gustos estéticos, la imagen nacional y las cualidades se reflejan con fuerza en las artes populares. Uno puede encontrar con facilidad numerosos maravillosos modelos de artes populares azerbaiyanas en los mayores museos del mundo. Las piezas de arte creadas por las hábiles manos de Nagorno-Karabaj, Tabriz, Ganja, Gazakh, Guba, Maku, Shaki, Shamakhi y Nakhchivan, pueden encontrarse en las grandes colecciones de museos como Victoria and Albert de Londres, Louvre de París, Metropolitan de Washington, y en museos de Viena, Roma, Berlín, Estambul, Teherán y El Cairo.
La historia del arte popular en Azerbaiyán tiene una larga e interesante trayectoria. Las obras de arte realizadas con metal extraído de Nakhchivan, Mingachevir, Ganja y otros lugares, tienen aproximadamente 5.000 años de antigüedad. Las vajillas, las armas y los adornos encontrados no son sólo elementos históricos, sino fuentes valiosas que atestiguan habilidades y maestría. Los modelos materiales y culturales, encontrados durante las excavaciones arqueológicas en el territorio de Azerbaiyán, atestiguan que nuestros antepasados fabricaban utensilios vajilla, puñales, hachas,
cinturones y adornos de bronce y los utilizaban en la vida cotidiana. Esto demuestra la antigüedad de este tipo de actividades como la forja de cobre y de oro.
Entre los elementos artísticos realizados en metal, se encuentran representaciones que muestran las tradiciones, las ideas religiosas e incluso las prendas de vestir de la gente de aquella época. La historia, los rasgos etnográficos y artísticos del arte popular, se reflejan en las prendas. Estos rasgos se reflejan tanto en las prendas de una determinada forma como en sus adornos y en finas labores de tejido, y de punto.
En las excavaciones arqueológicas realizadas en Azerbaiyán también se encontraron agujas y punzones de bronce de principios de la Edad del Bronce (tercer milenio a.n.e.). Estos hallazgos demuestran que la antigua población de Azerbaiyán podía coser ropa para sí misma. Las pequeñas estatuas de arcilla fundidas en Kultapa y Mingachevir (tercer milenio a.n.e) y los sellos del siglo V a.n.e. encontrados en Mingachevir permitieron hacerse una idea de las prendas de vestir de aquella época. En las catacumbas de Mingachevir de los siglos V-VI a.n.e., se han encontrado restos de prendas de vestir de diferentes materiales de seda. La cantidad de adornos (siglos III-IV a.n.e.), hechos de oro, y la vasija de arcilla con forma de calzado son evidencias bien fundadas, que muestran la antigua y elevada cultura material de los azeríes.
Diferentes imágenes grabadas en utensilios del hogar realizados de cobre, bronce, oro y adornos, demuestran la existencia de bellas artes en Azerbaiyán desde la antigüedad. Diversos hallazgos, como la figura de arcilla que representa un caballo vestido con una tela con flores (segundo milenio a.n.e.), encontrada en Maku al sur de Azerbaiyán, o una vasija de oro con la imagen de una línea (I milenio a.C.), encontrada en la colina de Hasanli, cerca del lago Urmia, muestran la antiguedad de la fabricación de alfombras, una de las ramas del arte popular en Azerbaiyán. Se descubrieron restos de palaz (un tipo de alfombra sin pelo) y de alfombras de los siglos I y III durante una excavación arqueológica en Mingachevir.
Según excavaciones arqueológicas y fuentes escritas, el pueblo de Azerbaiyán elabora alfombras desde la Edad de Bronce (finales del segundo milenio – principios del primer milenio a.n.e). Herodoto, Klavdi Elian, Ksenofont y otros historiadores del mundo escribieron sobre el desarrollo de la fabricación de alfombras en Azerbaiyán. Las alfombras
tejidas por las distintas escuelas de fabricación de Azerbaiyán (Guba, Bakú, Shirvan, Ganja, Gazakh, Nagorno-Karabakh, Tabriz) en distintos periodos, sorprenden a la gente incluso hoy día. La mayoría de ellas se conservan en reconocidos museos del mundo. Entre las muestras más antiguas de las bellas artes, las pinturas rupestres de Gobustán, pertenecientes a la Edad del Bronce temprana (III milenio a.n.e.) en las montañas de Aychingilli y Parichingil cerca del lago Zalkha en la región de Kalbajar, así como las pinturas rupestres en las montañas de Gamigaya en el norte de la ciudad de Ordubad, tienen una importancia excepcional. Las imágenes sobre el modo de vida, el bienestar y el trabajo de las personas en la antiguedad, talladas en las rocas de Gobustán, representan un interés especial. Se tallaron dinámicamente diferentes temas, escenas sobre la caza, la cría de ganado, la siembra y aspectos familiares, imágenes humanas y animales. Las imágenes o pictogramas rupestres de Gobustán cubren la historia de varios siglos, desde la organización comunitaria primitiva hasta el feudalismo. Azerbaiyán era rico en piezas arquitectónicas una de las ramas del arte popular junto con las obras de arte desde la antigüedad. La Torre de la Doncella y el palacio de los Shirvanshahs en Bakú, los mausoleos de Momina Khatun y Yusif ibn Kuseyr, creados por el arquitecto Acami en Nakhchivan, la casa de Natavan, los cuadros en las paredes del palacio de Shaki khan y otras muestras son raras perlas de la arquitectura.
La famosa Tierra del Fuego, patria del pueblo de Azerbaiyán poseía un rico patrimonio musical y cultural. La música de Azerbaiyán, que enriquece la cultura musical mundial con sus raras perlas, tiene tradiciones de varios siglos de antigüedad. Los creadores de la música folclórica, que han transmitido estas tradiciones de generación en generación, tienen un gran papel en el desarrollo de la música de Azerbaiyán. Las canciones populares, las danzas y la creación de ashig (poeta y cantante folcrórico) ocupan un lugar específico en la música nacional de Azerbaiyán. Los mugams son la base de la música nacional de Azerbaiyán. No es casualidad que la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura), haya inscrito el mugam de Azerbaiyán en la lista del patrimonio cultural de la Humanidad. Nuestra música nacional se ha desarrollado junto con la literatura desde la antigüedad. Por ejemplo, el mugam se desarrolló junto con la poesía oriental. Así, los cantantes que interpretaban el mugam recitaban gazales (un tipo de poema) de conocidos poetas azeríes como Nizami, Khagani, Fuzuli, Nasimi. Las formas poéticas de la poesía nacional como garayli, divani, tajnis junto con goshma, mukhammas, ustadnama, gafilband son las formas favoritas de los ashigs. Las obras de arte, creadas por clásicos y contemporáneos, ocupan un lugar de honor en el tesoro cultural mundial. Las obras de M. F. Akhundov, N. Vazirov, M. S. Ordubadi, G. Zakir, M. A. Sabir, J.
Mammadguluzade, M. P. Vagif, M. V. Vidadi y otros poetas y escritores no han perdido su importancia estética.
Uno de los tipos de arte, relacionados con la literatura azeí, es el teatro. Las raíces del arte teatral azerbaiyano están relacionadas con la actividad de la gente, el modo de vida, las tradiciones solemnes y nupciales, el rango de visión. Los elementos del espectáculo en los ritos, las ceremonias y los juegos desempeñaron un papel importante en el teatro popular. Era realista y estaba relacionado con las categorías de trabajo. El repertorio del teatro popular consistía en espectáculos cortos de contenido ético. El teatro popular desempeñó un papel importante en la creación del teatro profesional de Azerbaiyán. Las raíces del arte teatral, que se remontan a tiempos antiguos, comenzaron con los espectáculos «Visir del kanato de Lankaran» y «Haji Gara» de M.F. Akhundov, representados en Bakú en marzo y abril de 1973. El repertorio teatral de Azerbaiyán atravesó un camino difícil durante su desarrollo, y ahora se ha enriquecido. Diferentes espectáculos, que asombran a los espectadores, se escenifican en el Teatro Dramático Nacional Académico, el Teatro Municipal, el Teatro de Pantomima, el Teatro de Jóvenes Espectadores, etc.
La historia del cine azerbaiyano forma parte de la historia de la cultura azerí. La cinematografía nacional abre el fondo del corazón humano y vivifica nuevos horizontes. Ha adquirido una gran experiencia año tras año y ha creado varias obras diferentes, que reflejan la vida y los problemas de nuestro pueblo. Estas películas se guardaron para las generaciones futuras y se convirtieron en el conocimiento espiritual de la gente. Las bellas artes de Azerbaiyán son tan antiguas y ricas como la historia de nuestro pueblo. La investigación del teatro, el cine, la música y el arte popular, que se han desarrollado en un largo y difícil camino, demuestra el elevado patrimonio cultural del pueblo de Azerbaiyán. Los trabajadores de la cultura y las bellas artes de Azerbaiyán siempre se esfuerzan por difundir nuestra cultura al mundo y lo han conseguido en cierta medida. Como pruebas se consideran: la inclusión del mugam de Azerbaiyán en el patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO, la recompensa del conocido maestro de cine R. Ibrahimbayov, guionista y productor con un «Oscar» y el mantenimiento de los trabajos manuales y las alfombras realizadas por maestros populares en famosos museos del mundo.