Azerbaiyán ha seguido una política exterior independiente desde que obtuvo la independencia en 1991. Esta política tiene como objetivo el fortalecimiento y el desarrollo del sistema estatal y la protección de los intereses nacionales de Azerbaiyán. Azerbaiyán basa su política exterior en el principio del respeto a las normas y reglas jurídicas internacionales, la soberanía y la integridad territorial del Estado y los principios de no injerencia en los asuntos internos.
La política exterior de Azerbaiyán, al adherirse a estos principios y representar los intereses nacionales, tiene como objetivo cuestiones tan urgentes como los riesgos y desafíos para la seguridad nacional y la integridad territorial, la soberanía y la independencia de la república y la prevención de la intervención de la República de Armenia. Las principales prioridades de la política exterior de Azerbaiyán son el establecimiento de la paz y la estabilidad regional, así como la realización de grandes proyectos de transporte y cooperación.
Hoy día, en la política exterior de Azerbaiyán, la atracción de capital extranjero representa un gran papel para realizar diferentes proyectos para desarrollar la economía del país con el fin de proteger de forma eficaz los intereses nacionales. Así, Azerbaiyán ha elegido el modo de vida democrático, con determinación en las tareas del establecimiento y desarrollo, en diferentes esferas, de relaciones bilaterales y multilaterales de beneficio mutuo con países vecinos y lejanos.
Azerbaiyán, ampliando y desarrollando su actividad regional y global y la cooperación internacional, se ha convertido en miembro de una serie de organizaciones internacionales, entre ellas, la Organización de Naciones Unidas, la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa, el Consejo Europeo, la Organización de Cooperación de la Conferencia Islámica, la Comunidad de Estados Independientes. Además, Azerbaiyán fue uno de los cofundadores de la organización económica internacional GUAM.
Azerbaiyán no está representado en alianzas militares, ya que prefiere la cooperación multilateral a la confrontación en bloque. La pertenencia de Azerbaiyán al Movimiento de los Países No Alineados es una prueba de su política.
Los pasos que ha dado el gobierno de Azerbaiyán en Europa corresponden a los intentos de la política exterior como parte integrante de la misma.
Europa, que se basa más bien en la cooperación y la asociación reales que en los antiguos modelos de influencia, promueve el establecimiento de una estructura única para la seguridad y el bienestar común pero, al mismo tiempo, puede dar lugar a la aparición de nuevos desafíos.
Por lo tanto, Azerbaiyán, teniendo en cuenta la situación objetiva establecida, intensifica su actividad dentro de las coaliciones antiterroristas y la cooperación con la OTAN y la Unión Europea.
Azerbaiyán protege e implementa sus intereses nacionales participando en iniciativas regionales y en actividades de las organizaciones internacionales anteriormente mencionadas.
El desarrollo y la aplicación de las medidas de política exterior de Azerbaiyán al servicio de la protección de los intereses nacionales están relacionados con nuestro líder nacional Heydar Aliyev. Su talento para el establecimiento de un sistema estatal fuerte, su profunda lógica y su comprensión de la importancia de los asuntos a tratar, le permitieron crear un enfoque correcto para el establecimiento de las relaciones internacionales.
La política exterior actual de la República de Azerbaiyán, dirigida bajo el liderazgo del Presidente Ilham Aliyev, demuestra su adhesión al curso del desarrollo de las relaciones de beneficio mutuo con todos los países de buena voluntad y tiene como objetivo desarrollar Azerbaiyán y proporcionar una prosperidad permanente y el bienestar del pueblo.
La actividad diplomática enmarcada en este complicado y polifacético proceso, se compone de una serie de guías principales que constituyen la política exterior de Azerbaiyán.
El enfoque principal de la política exterior del país durante mucho tiempo fue el conflicto de Nagorno-Karabaj sin resolver entre Armenia y Azerbaiyán; conflicto que surgió como resultado de las reivindicaciones territoriales y la política agresiva de la República de Armenia hacia Azerbaiyán.
Los elementos jurídicos y políticos para la solución del conflicto se han establecido en las normas y principios del derecho internacional, en particular lo concerniente al respeto de la soberanía, la integridad territorial y la inviolabilidad de las fronteras internacionales de los Estados, así como en las resoluciones 822 (1993), 853 (1993), 874 (1993) y 884 (1993) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y en los documentos y decisiones pertinentes de la OSCE y de otras organizaciones internacionales. Las mencionadas resoluciones del Consejo de Seguridad fueron adoptadas en 1993 en respuesta a la ocupación de los territorios de Azerbaiyán y reafirmaron el respeto a la soberanía, la integridad territorial y la inviolabilidad de las fronteras internacionales de la República de Azerbaiyán. Las resoluciones exigían el cese inmediato de todos los actos hostiles y la retirada inmediata, completa e incondicional de las fuerzas de ocupación de todos los territorios ocupados de la República de Azerbaiyán. Se calificaron las acciones de Armenia como uso ilegal de la fuerza, en contravención de la Carta de las Naciones Unidas y del derecho internacional. Las resoluciones también constituyeron la base del mandato del Grupo de Minsk de la OSCE y de sus copresidentes y proporcionaron el marco para la resolución del conflicto.
A pesar del carácter jurídicamente vinculante de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, durante décadas, éstas se han mantenido pero meramente sobre el papel.
Sin embargo, a finales de septiembre de 2020, con la exitosa operación militar de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán, el país pudo aplicar estas resoluciones mediante la liberación de sus territorios reconocidos internacionalmente. La ventaja militar de Azerbaiyán indujo a la parte armenia a sentarse en la mesa de negociaciones. El 10 de noviembre de 2020 se dio un gran paso hacia la resolución del conflicto con la firma de la Declaración Trilateral por parte de Azerbaiyán, Armenia y Rusia.
El acuerdo incluía la retirada incondicional de las tropas militares armenias de los territorios ocupados dentro de un calendario definido, así como el retorno de todos los desplazados internos a sus hogares y la apertura de todas las comunicaciones en la región.
Sin duda, el hecho de que Azerbaiyán recuperara sus territorios ocupados abrió las puertas a la estabilidad, la paz y la seguridad permanentes en toda la región del Cáucaso Sur.