En la noche del 25 al 26 de febrero de 1992, tras la toma de Joyalí, tuve que abandonar la ciudad con mi mujer Saida, mi hijo de seis años Siraj, mi padre Shahmali, mi primo Saadat y otros familiares. El 27 de febrero de 1992, hacia las 10:00-11:00 horas, unos armenios armados nos rodearon y nos capturaron cerca del pueblo de Pirjamal. Nos pusieron sacos en la cabeza y nos llevaron a algún lugar en un coche. Cuando se llevaron los sacos nos encontramos en el establo donde se guardaba el ganado, los burros y las ovejas. Allí vi a unos 200 o 300 habitantes de Joyalí, incluyendo mujeres y ancianos, así como a mi hijo, mi suegro Jamil, mi hermano Faiq y los demás. Luego trajeron a mi hermano Namiq. Los armenios le quitaron a la gente el dinero, el oro, las joyas y otros objetos de valor, los pusieron en una gran olla y dijeron que con ello comprarían armas y matarían a los azerbaiyanos.
Ese día, a las 16:00 horas, unos 20 hombres barbudos con uniformes civiles y militares entraron en el establo con trozos de acero reforzado, madera y ametralladoras, nos dividieron en varios grupos y comenzaron a golpear cruelmente nuestras cabezas, espaldas y piernas. Empujaban a la gente de uno a otro. Había gente con costillas rotas, dientes y cabezas heridas. Con unas pinzas también arrancaron a varios dientes de oro. A mí me golpearon en la nariz con un cañón de ametralladora y me la rompieron. Perdí el conocimiento por el dolor y, después de recobrar el sentido, no pude ver durante un rato. Después de golpearnos cruelmente y amenazarnos con armas de fuego, nos hicieron estar de pie durante horas y comer tierra y estiércol de ganado.
El 1 de marzo de 1992 nos llevaron al Departamento de Policía de Askeran, donde nos recibió el oficial de policía Karo, que había trabajado allí como jefe de la División de Prevención de Incendios. Karo me dijo que iba a morir. Nos reunieron en la celda temporal y comenzaron a registrarnos. Karo nos ordenó a mí, a Isa y a Elkhan que nos quedáramos en la celda y mandó al resto fuera. Cuando mi hijo empezó a llorar deseando quedarse conmigo, lo golpeó cruelmente. Me derribó golpeándome con el cañón de una pistola y ordenó a unos 10 o 12 armenios con barba que me golpearan con una porra. Perdí el conocimiento a causa de estos golpes. Cuando recobré el sentido, Elkhan me dijo que me habían golpeado con la porra más de 50 veces, incluso cuando había perdido el conocimiento. A primera hora de la mañana del 2 de marzo de 1992 nos liberaron.
Después de regresar de estar en preso, los habitantes de Joyalí, Valeh, mi tío Mammad, Jamil, Janan (ahora muerto), Ilgar, Ilham (ahora muerto), Durdana (trabajaba como telefonista en la oficina de correos de Joyalí) y su hermano Elshad, que fueron tomados como rehenes en el Departamento de Policía de Askeran, me contaron lo que había pasado con Faiq. En efecto, según ellos, Karo preguntó a mi hermano Faiq dónde había estudiado. Después de que respondiera «en Ganja», Karo ordenó que lo nombrara «Kirovabad», pero Faiq volvió a repetir «Ganja». Entonces Karo le preguntó a Faiq: «¿A quién pertenece Karabaj?», y Faiq respondió: «Karabaj nos pertenece a nosotros». Después Karo sacó su pistola y le disparó al pecho y a la garganta en el patio del Departamento de Policía y así lo mató.
Hoy estoy en el segundo grupo de invalidez a causa de las heridas recibidas mientras estuve prionero.