Salimos de Joyalí durante la noche del 25 al 26 de febrero de 1992. Junto con hombres armados ayudamos a los civiles a salir del pueblo. Nos dirigíamos hacia el bosque. De repente empezó una escaramuza. Fui separado de mis amigos y capturado por los armenios. Me golpearon sin piedad y perdí el conocimiento. Cuando recobré el sentido me encontraba en un gallinero. Allí un armenio comenzó a golpearme cruelmente con el cañón de una ametralladora. Me golpeó principalmente en la cabeza. Todo se oscureció ante mis ojos y me desmayé. Cuando recobré el sentido me encontré rodeado de mis parientes en el pueblo de Abdal-Gulabli.