Hamza Karčić,
Journal of Muslim Minority Affairs, 36(4), 2016, pp. 597-601.
Durante la guerra entre Azerbaiyán y Armenia por Nagorno-Karabaj (1992-1994), un pueblo en particular se convertiría en el escenario de una gran tragedia. Cuando las fuerzas azerbaiyanas y armenias se enfrentaron en 1992 por el control del territorio de Nagorno-Karabaj, las fuerzas armenias atacaron la ciudad de Shusha, controlada por Azerbaiyán y, por su parte, las fuerzas azerbaiyanas se esforzaron por mantener bajo presión la ciudad de Stepanakert, controlada por Armenia. A finales de febrero de 1992, las fuerzas armenias atacaron el pueblo de Joyalí en un intento de tomar el control de un aeródromo situado en las proximidades. Joyalí estaba cercada desde hacía varios meses y apenas estaba defendida. Cuando el pueblo fue atacado y los habitantes azerbaiyanos huyeron de Joyalí, fueron abatidos por las fuerzas armenias. Una investigación oficial azerbaiyana confirmó que 485 personas perdieron la vida en esta atrocidad que, desde entonces, ha sido calificada como la peor masacre de la guerra de Nagorno-Karabaj.