Salimos de Joyalí durante la noche del 25 al 26 de febrero de 1992. Ese día yo estaba de servicio. Apenas llegué a casa y no logré ver a nadie. Huí al bosque y me quedé allí durante 3 días con los demás habitantes de Joyalí. Hacía mucho frío y niebla. Por eso perdimos la orientación. Queríamos ir al pueblo de Abdal-Gulabli del distrito de Aghdam. Pero por error llegamos al pueblo de Dahraz. Allí unos 50 a 60 militares armenios nos dispararon. Muchas personas murieron allí. Me capturaron y me llevaron al aislamiento de castigo de Kankendi. Recuerdo los nombres de las personas que fueron capturadas conmigo: Niftalin, Sattar, Samandar, Mahammed, Kamal, Alish, Abulfat. Durante el cautiverio nos golpearon duramente con cañones de ametralladoras. Además, dejaban que los civiles nos golpearan. Recuerdo muy bien a los inspectores Felix y Arthur que estaban en el aislador de castigo. Luego nos llevaron a Goris en Armenia. Me mantuvieron cautivo en el Departamento de Policía de Ereván y me expusieron a torturas despiadadas. Nos mantuvieron casi sin comida. En total, estuve secuestrado durante 6 meses. Luego nos intercambiaron por los rehenes armenios en Gubadli. Como resultado de las torturas me tuvieron que hacer una gastroenterostomía y posteriormente me operaron. Después del cautiverio me dijeron que mi hija Maral, de 8 años, había sido asesinada por los armenios.