Salimos de Joyalí durante la noche del 25 al 26 de febrero de 1992. Huimos con mi hijo Farhad al bosque. Después de permanecer allí durante 3 días nos tomaron como rehenes en la zona de Gilinbag y luego nos llevaron al Departamento de Policía de Askeran. Allí estuvimos retenidos durante 10 días. Nos golpearon duramente, nos mantuvieron sin comida; muchas mujeres jóvenes fueron torturadas y violadas. Nos golpearon con cachiporras, trozos de hierro y cañones de ametralladoras. Estuve secuestrada durante 10 días. En este momento me atormentan las heridas recibidas en el cautiverio. Tengo un traumatismo craneoencefálico. No puedo dormir sin tomar pastillas para el sueño. A menudo tengo fuertes dolores de cabeza. Sufro enfermedades renales y gastrointestinales.