Paul Goble,
ADA Biweekly Newsletter, 6(5), 2013.
El propio Azerbaiyán ha aumentado la presión sobre los países del Grupo de Minsk y la comunidad internacional, no sólo por sus amenazas implícitas de tomar medidas unilaterales si los armenios abren un aeropuerto, sino también por su campaña internacional para que se reconozca la masacre de febrero de 1992 en Joyalí como un acto de genocidio, una campaña que ya ha tenido cierto éxito y que eleva las expectativas sobre todo lo relacionado con el futuro de esa ciudad azerbaiyana.